Con un decreto, el Ejecutivo le dijo “No” a Farmacity
16/06/2018
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El intendente interino, Pablo Descalzo, firmó un decreto junto a autoridades del Colegio de Farmacéuticos para rechazar un posible arribo de la empresa en el Distrito.
El jefe comunal interino de Ituzaingó, Pablo Descalzo, firmó, junto a autoridades del Colegio de Farmacéuticos de Morón, Hurlingham e Ituzaingó y el Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires, un decreto por el cual el Municipio rechaza el intento de la empresa Farmacity de vulnerar la Ley Provincial 10.606.
La actual ley provincial de farmacias (10.606) restringe el ingreso de apertura de farmacias para las sociedades anónimas, un requisito que afecta a Farmacity, que lo considera inconstitucional. En el decreto firmado, Ituzaingó expresó su postura de limitar el ingreso de esta cadena al Distrito, en defensa de las farmacias locales.
“Creemos que hay que seguir favoreciendo el desarrollo local. Entendemos a las farmacias como un actor importante, porque son familias de vecinos y vecinas del Conurbano bonaerense. Desde los gobiernos locales, la función tiene que ser la de cuidar a las familias de cada uno de los territorios”, expresó Pablo Descalzo.
Asimismo, el hijo de Alberto Descalzo hizo hincapié en el riesgo económico que suponen empresas de estas características para los negocios locales: “Las características de monopolios como Farmacity buscan concentrar la economía, desabastecer a las farmacias locales y generar que estas terminen cerrando sus puertas”.
Por su parte, la presidente del Colegio de Farmacéuticos de Morón, Hurlingham e Ituzaingó, Elena Pott, destacó: “Nos sentimos protegidos por nuestro intendente, porque reafirma la ley 10.606 que regula nuestro ejercicio que es una red sanitaria. Con el apoyo del Municipio, podemos seguir contando con que todos los pacientes tengan acceso al medicamento”.
Al mismo tiempo, resaltó la importancia de las farmacias locales y su rol social dentro de la coyuntura actual: “Hicimos un relevamiento y bajó un 20 por ciento la presentación de recetas. En un país que está muy complicado, hoy hay que decidir entre el alimento y el medicamento. Lo importante es que no se cambie el paradigma de lo que es una farmacia, que es un centro de salud. Farmacity es un polirrubro, para ellos es un punto de venta. Nosotros consideramos que el medicamento es un bien social, no un punto de venta”.